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Bolton Abbey: un día de senderismo por el Yorkshire Dales National Park

  • Writer: El Bastón del Viajero
    El Bastón del Viajero
  • Jul 12, 2020
  • 8 min read

Updated: Jul 28, 2020



¡Bienvenidos a Bolton Abbey!


Una de las cosas por las que destaca Reino Unido es por la presencia de abadías y monasterios en ruinas distribuidos por todo el país. Estos vestigios resultan impresionantes, llegando a considerarse algunos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aunque no es el caso de Bolton Abbey (o Abadía de Bolton), os recomendamos que no dudéis en acercaros si disponéis de suficientes días por Yorkshire. Seguid leyendo si queréis saber el porqué.


¿Qué vais a encontrar?

  • Historia

  • Localización y Cómo llegar

  • Abadía y sus Alrededores



1. Historia


A pesar de que en la actualidad este monasterio se conoce popularmente como Abadía de Bolton, la verdad es que originariamente era un priorato; es decir, una entidad monástica menor dependiente de otra abadía o de un obispado. Ninguna importancia a efectos prácticos pues hoy en día ambos términos se usan como sinónimos, sin embargo, por ser fieles al nombre que se utiliza en la mayoría de los espacios, nosotros hablaremos de Bolton Abbey durante el resto del post.

Llegando a Bolton Abbey desde el parking.

Sea como sea, este monasterio fue fundado a mediados del siglo XII por un grupo de monjes agustinos que deciden asentarse en estas tierras para formar su comunidad tras la donación recibida por Lady Allice de Rumilly. El espacio elegido fue un total de 30.000 acres de tierra situadas a orillas del río Wharfe a las afueras de Skipton, lugar de residencia de esta noble señora. Una localización privilegiada que nutriría al monasterio de prósperas cosechas y verdes pastos para el ganado. A cambio de asentarse en la región, los monjes no solo crearían un próspero centro económico sino también un lugar muy importante para los vecinos de la zona ya que los monjes construirían una escuela y un hospital entre sus dependencias para el beneficio de todos. Por supuesto, más que un gasto esto también suponía una inversión para los monjes que veían aumentar su reputación en la región al igual que el número de donaciones, que invertirían en hacer prosperar aún más su comunidad.


Ruinas de Bolton Abbey y su cementerio

Una relación simbiótica muy interesante que llevó a Bolton Abbey a convertirse en un centro monástico muy importante hasta que finalmente terminaría siendo disuelto en el año 1540 como consecuencia de uno de los episodios más importantes de la historia del país: la Reforma Anglicana de Enrique VIII y la consecuente disolución de los monasterios a mediados del siglo XVI.

Por si todo esto no os suena, el resumen es que Enrique VIII aprovechó la Reforma Anglicana para hacerse con el control de todos los monasterios católicos de Inglaterra, confiscando todos sus bienes y desmantelando por completo las comunidades monásticas. Una situación que provocó que todos los monasterios del reino pasaran a usarse para otros asuntos o acabaran convirtiéndose poco a poco en las ruinas que tenemos hoy en día. La Abadía de Bolton, como tantas otras, no fue una excepción a la regla y las ruinas que han llegado hoy hasta nosotros son el resultado de este proceso que tuvo lugar hace ya casi 500 años atrás.


2. Localización y Cómo llegar


Hoy en día, la Abadía de Bolton se encuentra a las afueras de la localidad de Skipton, y a su vez en la periferia del Yorkshire Dales National Park, un parque nacional de renombre en Reino Unido famoso por la historia viva que se respira en cada uno de sus valles: pueblos levantados en piedra y un tradicional paisaje agrícola que ha sido moldeado por los habitantes de la región con el paso de los siglos.


A cambio de esta belleza y paisajes remotos, el contrapunto es la poca opción de medios de transporte para llegar hasta la zona. Ni buses ni trenes llegan desde las principales ciudades de modo que lo más recomendable es llegar en coche. En nuestro caso que íbamos desde York, la opción más directa fue coger la carretera A59 y en apenas una hora y cuarto estábamos en las inmediaciones de la Abadía.


Al tratarse York de una ciudad turística, lo normal es que abundasen las alternativas para el alquiler de un vehículo. No obstante, nos encontramos con que debido a la crisis del COVID-19, muchas de las más económicas, como es el caso de AVIS, seguían todavía cerradas por lo que tuvimos que encontrar otra alternativa. Finalmente, tras buscar el precio más económico decidimos utilizar una de las pequeñas empresas locales: Minster Self Drive.

El día fue bien con esta compañía: el coche estaba en perfectas condiciones y muy limpio y la recogida fue rápida y sencilla. Además, el alquiler era de 24 horas por lo que, aunque la oficina cerrase a las 17:30, nos permitían devolver el coche más tarde ya que tenían un buzón para dejar las llaves a nuestra llegada.


No obstante, los problemas comenzaron más adelante cuando nos enteramos de que nos habían quitado parte de la fianza al haber devuelto, según ellos, el deposito con menor cantidad de gasolina de la que se nos dio en la entrega de llaves. Algo que era falso ya que no solo habíamos repuesto la gasolina, sino que además lo habíamos devuelto más lleno. Para nuestra sorpresa, aunque intentamos reclamarlo, no nos hicieron caso e incluso llegaron a sumarnos algunos kilómetros al contador final; una decepción que hizo que nuestra experiencia con esta compañía acabase siendo agridulce y que nos pensemos mejor dónde alquiler un coche para la próxima ocasión…


Finalmente, una vez llegados a la abadía la única opción disponible si queréis aparcar relativamente cerca del recinto es utilizar uno de los parkings de pago; una opción nada descartable considerando que la posterior entrada a Bolton Abbey es gratuita y que el parking te costará 10 libras por vehículo.

Es importante tener en cuenta que debido a la situación actual del COVID-19, todos los parkings funcionan con reserva previa. No olvidéis reservar vuestra plaza con antelación aquí a través de su página web.

3. Abadía y sus Alrededores


Cuando llegamos, decidimos aparcar en el Riverside Car Park, una opción que, aunque se encuentra un poco más lejos de la abadía, resultó ser un buen punto para empezar nuestra excursión.


Haz click en la fotografía para obtener tu propio mapa

Nuestra elección fue realizar una ruta circular a lo largo del río desde Bolton Abbey hasta Barden Bridge, un recorrido que lleva aproximadamente 2-3 horas de realizar con tranquilidad. Y si todavía tenéis más tiempo aún podéis acercaros hasta el Valle de la Desolación y admirar su increíble salto de agua o incluso ascender hasta la cima del Simon’s Seat.

Una pena que a nosotros no nos diera tiempo a esto ya que nos entretuvimos bastante por las ruinas del monasterio, que para nosotros era el plato fuerte del día.



La Abadía


Ruinas de Bolton Abbey desde su cara Sur

Aunque la abadía en sí no es muy grande, hemos de decir que encontrarse con unas ruinas de un antiguo monasterio en medio de un parque natural como son los Yorkshire Dales resulta de lo más emocionante. Os podemos asegurar que nos tiramos tranquilamente dos horas admirando las ruinas y el cementerio que rodeaba todo el complejo.


Con la cámara en mano, no dudamos en recorrer cada pequeño rincón de esta abadía empapándonos de la historia que desprende cada piedra. Los arcos góticos eran sorprendentes y los altos muros te hacen darte cuenta del esplendor y el poder que este monasterio agustino debía tener hace 500 años.


Interior de de las ruinas. Altar Mayor y árcos góticos


Pero lo más impresionante de todo fue pasear por su cementerio centenario. Un terreno con cientos de tumbas antiquísimas rodeadas de una fina capa de musgo y líquenes que demostraban su antigüedad. Tal vez penséis que después de todos estos años viajando por Reino Unido ya estaremos acostumbrados a este tipo de “paisajes” pero la realidad es que Bolton Abbey consiguió sorprendernos.


Cementerio que rodea a la abadía

Para nuestra sorpresa, Bolton Abbey resultó ser un espacio muy agradable en el que cabe destacar el poco impacto humano que han sufrido las ruinas a pesar de ser un lugar tan turístico. Esto hizo que en los momentos que nos encontrábamos solos fuera como si hubiéramos viajado a otra época.

El contrapunto negativo de esto es la falta total de musealización de la abadía, es decir, la ausencia de pequeños detalles que pueden mejorar la experiencia a los visitantes: carteles informativos sobre cada sala o la historia del monasterio, reconstrucciones artísticas de cómo fue la Abadía en el Pasado, o incluso la falta de un recorrido a través de las ruinas que permita recorrer su historia de una forma lógica y ordenada.

¿Y son las ruinas lo único que ofrece Bolton Abbey? Desde luego que no. Más allá de visitar el antiguo monasterio, el recinto cuenta con el suficiente espacio como para pasar un agradable día de picnic por la zona, si el clima británico acompaña. Incluso en un día nublado como fue el nuestro, la ribera del río estaba llena de familias que habían decidido ir a pasar el día; e incluso algún valiente no dudó en darse un chapuzón en el río. Por nuestra parte, la intención era disfrutar de un agradable día de senderismo.


Playa del río Wharfe

Ruta hasta Barden Bridge


Una vez visto el monasterio y tomar un pequeño tentempié decidimos continuar con la ruta circular empezando por cruzar el río Wharfe. Mientras María decidió tomar el camino fácil y cruzar el río por el puente, Carlos se atrevió a cruzarlo saltando de piedra en piedra a través del Stepping Stones: un camino artificial de piedras muy popular sobre todo entre los más pequeños.


ANÉCDOTA: Carlos se sintió un poco “anciano” cuando tuvo que recorrer este puente a paso de tortuga por miedo a caerse al agua mientras unos niños detrás de él lo cruzaban con total naturalidad. Os dejamos una evidencia de esta escena porque no tiene desperdicio.

Foto de postureo. En realidad María no lo cruzó

Después de esta trepidante aventura, seguimos nuestro camino dirigiéndonos por la orilla derecha del río. Aquí, teníamos dos opciones: seguir pegados al río o tomar un desvío que subía hacia un pequeño bosque. Como aun teníamos suficiente tiempo, no nos importó tomar el camino un poco más largo por el bosque buscando las mejores panorámicas que pudiéramos conseguir de la abadía. Y parece que acertamos porque las vistas parecían ser mucho más bonitas y además era un camino mucho menos concurrido.


Vistas desde el camino hacia Cavendish Pavilion

Por el camino os encontrareis con el misterioso Money Tree, un tronco de árbol caído en los años 80 y que un día apareció lleno de monedas incrustadas en su corteza. Hoy en día, no se sabe aun ni quién ni cómo puso estas monedas en el tronco pero os retamos a que intentéis quitar alguna.


Sea cual sea el camino que toméis acabaréis llegando al puente del Cavendish Pavilion, un área de descanso con restaurantes, cafetería y aseos. También es donde encontraréis el cartel informativo con todas las rutas que podéis hacer por la zona. Como ya os avanzábamos antes, tenéis dos opciones:


1. Valley of Desolation & Simon’s Seat: siguiendo la orilla derecha del río, un sendero señalizado os llevará hasta la entrada al Valle de la Desolación. A través de este sendero os toparéis con las Barden Fell, unas hermosas cascadas escondidas entre la exhuberante naturaleza del valle. Si os animáis a seguir, el paseo os llevará hasta Simon’s Seat, montaña desde cuya cima podréis contemplar las mejores vistas de todo el valle y los alrededores de la abadía.


Barden Fell. Fuente: boltonabbey.com

2. The Strid Ancient Woodland & Barden Bridge: o por el contrario, siguiendo la orilla izquierda, el camino os llevará por la ruta que seguimos nosotros hasta lugares tan mágicos como los Strids: una zona donde el río ha erosionado el terreno dejando unas espectaculares formaciones rocosas. Si como nosotros decidís realizar la ruta completa, el mismo camino os llevará hasta el Acueducto de Bolton y Barden Bridge.



Carlos fotografiando la corriente de los Strids.


Cabe señalar que, debido a las medidas de seguridad tomadas por el Coronavirus, esta ruta solo podía hacerse en una única dirección siguiendo un sentido horario. Sin embargo, este también es el sentido que recomendamos a todos los que os animéis a hacer esta ruta ya que la orilla izquierda es la que tiene los lugares más interesantes que no podéis perderos.

Acueducto de Bolton. Ruta hacia Barden Bridge

Una vez llegados a Barden Bridge no perdimos el tiempo en regresar siguiendo la otra orilla del río, un sendero que, aunque igual de atractivo tiene muchos menos lugares destacados por lo que la vuelta hasta el coche fue mucho más rápida. Justo a tiempo para que el vigilante del parking nos avisara de que estaban cerrando y teníamos que salir cuanto antes.


Barden Bridge. Final de la ruta circular

¡Y hasta aquí nuestra excursión por Bolton Abbey! Esperamos que hayais disfrutado con la lectura. Nos vemos en próximos viajes por las salvajes tierras de Reino Unido. Mientras tanto, no os podeis perder el resto de nuestros viajes:





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